martes, noviembre 21, 2006

IV

El frío se iba apoderando poco a poco de ella, como si cortes y más cortes se fueran produciendo en su cara sin q apenas se diera cuenta. Solamente paseaba de un lado a otro esperando el autobús, ese día iba con retraso y tampoco es que le importara demasiado, solo miraba los baldosines del suelo y de vez en cuando al fondo de la calle, por si su relativa salvación hacía aparición en algún momento...algo tenía que sacarla de allí, del frío y de los nervios que la estaban consumiendo por fuera y por dentro. Aquel 183 podía llevarla lejos, salvarla en cierto modo...ver que la realidad se extendía bajo sus pies no le ayudaba a sentirse mejor, todo lo contrario, le daba vértigo pq después de tanto tiempo todavía no sabía a que altura se encontraba, no distinguía lo que en verdad sucedía de lo q su cabecita le hacía ver, todo su mundo se desmoronaba por momentos...

La gente la veía andando de un lado a otro de la parada, veían correr lágrimas por su cara pero nadie se atrevía a preguntarle si se encontraba bien, ella solo miraba al suelo...el 183 paró en frente suya y no se dio cuenta, lo único que veía era aquella expresión, dudando de que significaría entonces y de que si siempre habría estado ahí...

Cansada de esperar decidió sentarse para relajar un poco sus piernas, mientras se distraía observando los cordones de sus zapatos. Pero poco tiempo le duró la distracción, pues levantando de repente la mirada sin querer se encontró con una cara que le recordó a alguien, volviendo de nuevo a su eterno interrogante.

Tarde, al igual que sus dudas, el frío se apoderó de ella.

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