Mi bariga se llena de aire y se hinchan mi cara y mis manos
mis orejas se vuelven de piedra y mis ojos turbios como el mar
no respires la sal de la arena que llena con pena tus venas
que la luna se ponga en tu cuna y piensa en tus horas.
No respires la sal del mar
que ya sabes que todo engancha
no me pidas que vuelva a hablar de la vida que pasa.
Si mis pies me pudieran llevar a la tierra que pisas y ves
y mi sangre pudiera sangrar y notar tus latidos que saltan
es la lluvia que cae por tu cara la que no me deja pasar
y la arena quemada del sol que no para y mojada es peor.
Ya sé que el dolor es peor cuando piensas en nada
si das vueltas, las vueltas vendrán contra tí
y tendrás que mirarte la cara
mira mi voz que soy yo y agarra mi espalda
cuando apriete el calor
cuando apriete el calor.
"La sal"-- Piratas
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