jueves, diciembre 13, 2007

Desde el torreón

El fuerte, como ayer, antes de que se deshiciera la idea como las nubes esponjosas en el atardecer rojizo nantés...visitando el castillo con la vana ilusión de que alguien levantara el puente levadizo tras de mí, y k tuviera q pasar allí la noche; no, no tuve esa suerte.

Y no se romperá el espejo, ni se abrirá la ventana, porque da igual.

Encerrada en una efímera fortaleza, aunk solo sea en sueños,bajo una manta con espías alrededor...y esta frente a otra mucho más poderosa, la invisible k cubre los campos azules con murallas impenetrables, donde solo hace calor y guardianes en cada puerta se encargan de la custodia del lugar.

Qué bonitos...
Que pena que el de la duquesa Ana solo sea de piedra.

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