Entre desvaríos

El frío despejaneuronas...por una vez hay algo interesante en la tele, weno, entretenido mejor dixo, pero no, prefiero estar con la ventana abierta oyendo llover...no es demasiado,pero si me esfuerzo en oirlo llega hasta a mí, solo junto al picar de teclas y algún franchute q welve a casa contento ya,mientras la calefacción se apaga pq el termostato detecta k si la ventana está abierta, esk hay suficiente temperatura en el interior...

Da igual, tp tardaré muxo en escribir esto, una manta un rato encima y ya está... pq es ese frío solamente el que te despierta de vez en cuando, al q coges cariño un viernes por la noche en fuencarral de welta a casa, mientras no para de llover, y sientes como si el agua se llevara con ella todos tus pensamientos, como si el frío frenara las transmisiones eléctricas, y no hay más.

Recuerdo el tenedor de plástico, aunk no sé de donde salió, una de tantísimas rayadas, simple como cualkier otra, compleja como la que más, olvidadiza como ella sola.La nube no volverá a pasar, perderá su forma, su altitud, simples cirros nada más,sobrevolando la catedral gótica, donde las gárgolas ven pasar a los ciudadanos día tras día bajo sus paraguas, bajo sus abrigos negros de grandes botones,todos ellos uniformados.Códigos de colores que kedaron atrás, donde sólo con ver el color ya se sabía de que iba a tratar todo, k ganas de volver a escribir en verde, odio el rojo y el azul...el azul indicaba poco pues todo acababa siendo así.

La lista de consejos aprendidos, guardada en el cajón de la mesilla, junto a las cartas que nunca llegué a enviar,los móviles akí inservibles, o los caramelos de extracto de cañamón que tanta felicidad dieron, aunk solo fuera por la coña de comprarlos.No descuelga el teléfono, perdida entre la noche,sin saber bien que decir a cualkiera que pudiera escuchar su llamada, no, no hay respuesta, ya nadie contesta, y da igual q las preguntas se hagan bien, sus respuestas se pierden modificándose siempre en medio de agujeros negros llenando el espacio, con La Voz mezclada de por medio, recordándola a ella en su memoria, y el cielo en su bragueta.


Todo son incoherencias, absolutamante nada de esto tiene sentido, como todo, como uno de esos carteles k hay en los vagones del metro fomentando "libros a la calle", en el que el dibujo del árbol acompaña a la visión de que en el fondo todo y nada es lo mismo.

Cruzando los mares de la luz, el sol en la cabeza...montones de nubes limpiando las mareas..."

Es hora de k el termostato detecte q akí faltan grados..es hora de cerrar la ventana..es hora de q acabe la función...