miércoles, abril 02, 2008

Sonrisas

J.- Seis años, la dolencia exacta no nos era permitida saberla, pero tampoco era de nuestra incumbencia, estando en esa planta no nos hacían falta más datos. Ese día no le reconocí, hacía 2 semanas que no jugaba con él, y "en aquel entonces" tenía pelo. Todo su afán era que le buscara cartulinas de colores para poder hacerle un regalo a su madre, era su cumpleaños y quería recortar un corazón donde pusiera "te quiero mamá". Cuando lo terminó buscamos un bonito papel morado para envolverlo con un lazo rojo y tras acompañarle de nuevo a su habitación me kedé recogiendo los varios corazones que había recortado porque ninguno le parecía lo demasiado bonito para regalárselo. Me será muy difícil olvidar la insistencia con la que me tiraba del brazo para que siguiéramos buscando más colores, la cara de concentración mientras lo pintaba y envolvía, o la de felicidad volviendo con él en la mano hacia su habitación.

L.- Imposible adivinar su edad, pensábamos que tenía unos 16 cuando las monjas nos dijeron que pasaba de los 30. Ella no decía nada, no puede hablar, su enfermedad mental sólo la permite gritar, con varios tonos e intensidades según su estado de ánimo. La primera vez cuando llegamos allí y la oímos sin verla nos asustamos, nadie sabía qué pasaba, pero tras explicarnoslo las que allí trabajan y kedarnos con ella paseando lo entendimos. La vez siguiente que las visitamos ya sonreíamos al oírla, aunq no estuviera delante, sabías que no andaba muy lejos y que estaba feliz...cuando llegaba y nos veía, se kedaba totalmente extrañada y descolocada por no saber que era aquello,pero cuando notaba que no pasaba nada y estaba "a salvo" se emocionaba y empezaba a chillar de alegría, a tocarnos la cara y a aplaudir, las monjas le decían que ya staba bien,pero le daba igual..te ibas con ella a pasear por el pasillo y ya no recuerdo que le contaba,solo su sonrisa con cualkier cosa que le contaras, da igual, la cuestión era que estaban con ella. Darle de cenar no era gran problema, el babero se llevaba parte de la comida,pero weno, solía ser fácil. Lo duro era acostarla, atarle los pies a la cama para que no se levantara por la noche, le tuve ke dejar la tarea a mi compañera, eso ya no...
Mientras la poníamos el pijama observábamos la foto que tenía allí junto a su cama, ¡qué guapa había sido! aparecía junto a algún familiar, y parecían muy felices.

De él llevaba acordándome ya unos días, desde que pensé más en serio lo de volver a la asociación; de ella me acordé hoy de golpe. Cogí mucho cariño a ambos, pero a ella más, no sé pq, era contagiosa su risa, o verla intentando explicarte como habían hexo el belén durante la semana, qué encanto.

Creo que volveré en breve a involucrarme en cosas de estas; tienen razón, ahora mismo es demasiada carga emocional enfrentarme a casos de este estilo, pero ya buscaré el modo para estar ahí, si no en estos sitios en similares,pq sólo por akella sonrisa o ese afán de búsqueda merece la pena.

2 comentarios:

Abisha Gry dijo...

De ella nunca me habías hablado. Creo que sí, que es demasiada carga emocional. Y creo que, a pesar de eso, te va a venir bien. Por esa sonrisa en su cara, como dices. Y por la que tienes tú cuando hablas de ello, aunque a veces sea una sonrisa un poco triste. Ya me contarás como va todo, nena. Un abrazo.

Agalam dijo...

A ella hace 5 años que no la veo,no sé pq me vino de repente a la cabeza anoxe, apenas me acordaba ya.

Empecé ayer a buscar cosillas que no sean de ese calibre,pero por lo menos hacer algo.
Ya te contaré sep, pero en este caso tb cuando sepa algo medianamente fijo, pq cuando busco este tipo de info mi cabeza dice "ala, a todo" y luego es "ala, a nada" xD,te avisaré de los avances,jeje

Besito.