jueves, enero 10, 2008

Al rescate (III)

31 de mayo de 2005
La cueva

Un refugio en medio de la tormenta, lluvia en el bosque y una cueva seca, aparentemente agradable dond resguardarse. Buen sitio para quedarme un tiempo,incluso para estar allí siempre,si caen árboles no me darán, la lluvia no me mojará, los animales no me encontrarían... Además, las hadas del bosque asustadas por los truenos se refugian allí, ¿pq no entrar?

Es un lugar cómodo y cálido desde donde se puede contemplar lo que pasa fuera, las hadas juegan alrededor tiñendo con bonitos colores las paredes, encendiendo una pequeña hoguera para ahuyentar el frío , y hacen bailes alrededor del fuego mientras cantan hermosas canciones.

La lluvia ha cesado pero con lo agusto que se está allí, kien kiere salir?

Por la noxe desde la boca de la cueva observamos el cielo estrellado, la luna ilumina gran parte de este, haciendo compañía a las osas q vigilan desde arriba del todo lo que sucede a sus pies. Así, Morfeo acude a nosotras para cubrirnos poco a poco con su manto.

A la mñn siguiente hace un sol radiante, las hadas deciden volver al bosque, pero yo continuo allí, se stá muy bien, para qué irme? A los pocos días welve la tormenta, que más da? Aquí no pasa nada, pero esta vez no es así, un desprendimiento de tierra hace que el techo de la cueva vaya cayendo, por lo q m veo obligada a salir corriendo y tropezando. Desde el suelo, con la lluvia
resbalando por mi cara y por mi ropa, miro hacia atrás, donde hay indicios de que en otro momento hubiera habido un refugio, pero en realidad, ¿había existido, o todo había sido un sueño mientras estaba mi cuerpo tirado junto a las piedras?? Nunca lo sabré, lo que sí sé, esq sueño o no, fue bonito estar allí...

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